Una camiseta lisa de un sólo color es como un lienzo en blanco en el que podemos pintar lo que nos apetezca. Mi amiga Bea compró esta camiseta a su niña un día que estábamos de tiendas y me la llevé para casita a ver que se me ocurría para dejarla chula.
Elegí un diseño sencillo en el que sólo hay que pintar las siluetas sin tener que rellenar demasiado de color, y al hacerlo en blanco queda un contraste muy bonito con el rojo.
Lo primero que tenemos que hacer y muy importante es lavar la camiseta antes de pintar, siempre lo aviso porque ya metí la pata una vez, hay que quitar el apresto de la ropa para que la pintura se integre en el tejido. En esta ocasión he cambiado de marca de pintura, este bote es de la pajarita, para ir probando diferentes materiales.
Con la camiseta bien planchada, la montamos en un cartón o cartulina que nos sirva de soporte para estirarla bien, ponemos unas pinzas y la centramos. Después con lápiz dibujamos sobre la camiseta el dibujo elegido, y así es más fácil a la hora de pintar con la pintura, porque si nos equivocamos no hay posibilidad de corregir.
Despacito, a mano alzada y con paciencia vamos dibujando con un pincel muy fino todo el perfil del dibujo, repasando para que quede bien marcado y con cuidado de no pringar nada ni que queden pegotes. Cuando hemos terminado, dejamos secar bien la pintura, después se plancha la prenda con una tela por encima y del revés dando bien calor y que la plancha no toque la pintura directamente. Lavamos a mano para que se vaya el sobrante de pintura en caso de que lo hubiera y ya esta terminada!!
Este es el resultado de la camiseta para Aroa con su nombre personalizada y cuando su mami me envíe una foto la subiremos al final de esta entrada.
Sandra
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