En la entrada de hoy, os enseño otro par de macetas que he restaurado para mi jardín.
En esta ocasión he elegido pintar una de un amarillo muy alegre y otra de granate y blanco.
Lo primero antes de empezar es limpiar bien bien la maceta, ya que si tiene restos de tierra o de la pintura anterior pues no quedarán bien. Una vez están bien limpias podemos dar la base de color.
Si es un tono uniforme y oscuro puede que con una mano quede bien, pero sino podemos aplicar otra capa cuando haya secado la primera.
Para adornarlas un poquito, aunque así ya quedan chulas a mi me gusta siempre hacer alguna cosita más y dejarlas más monas, podemos pintar lo que se nos ocurra y tampoco hace falta complicarse demasiado, con unos triángulos, unos topitos o algo así ya queda muy bonito.
Por último y ya cuando nos haya secado la pintura podemos poner ya nuestras plantitas dentro.
Espero que os hayan gustado, y dentro de poco cuando tenga algo mas de tiempo subiré algunas más que tengo en proceso.
Sandra
No hay comentarios:
Publicar un comentario